9 de diciembre
“Por expreso pedido de mi abogada, me niego a declarar”, dijo Raúl González, ex oficial superior retirado e imputado en el juicio por los crímenes cometidos en el circuito ABO en el que hoy comenzaron las declaraciones indagatorias. Con otras palabras, otros tres acusados tomaron la misma posición: el ex gendarme Guillermo Víctor Cardozo, alias Avena, el ex oficial Juan Carlos Falcón, alias Kung Fu, y el único civil, Raúl Guglielminetti, alias Mayor Rogelio Guastavino.
Cardozo fue el primero en subir a declarar. Los testigos solicitados por la querella, que iban a declarar posteriormente, debieron retirarse de la sala así como también los otros imputados. Esto hizo más lento cada uno de los “turnos” porque más allá de que los represores sólo respondieron las preguntas relativas a sus datos personales, sí se leyeron sus declaraciones anteriores –casi íntegras– por pedido de la abogada Blanco.
En los testimonios leídos ante el Tribunal se repitieron frases como: “Nunca estuve en un centro de detención” o “No me suena ninguno de los apodos anteriormente mencionados”.
El Tribunal dijo que iba a tener en cuenta lo requerido por la abogada Elea Peliche, quien pidió una ampliación de la acusación para que los imputados sean juzgados por privación ilegítima de la libertad y tormentos pero además por homicidio.
“Por expreso pedido de mi abogada, me niego a declarar”, dijo Raúl González, ex oficial superior retirado e imputado en el juicio por los crímenes cometidos en el circuito ABO en el que hoy comenzaron las declaraciones indagatorias. Con otras palabras, otros tres acusados tomaron la misma posición: el ex gendarme Guillermo Víctor Cardozo, alias Avena, el ex oficial Juan Carlos Falcón, alias Kung Fu, y el único civil, Raúl Guglielminetti, alias Mayor Rogelio Guastavino.
Cardozo fue el primero en subir a declarar. Los testigos solicitados por la querella, que iban a declarar posteriormente, debieron retirarse de la sala así como también los otros imputados. Esto hizo más lento cada uno de los “turnos” porque más allá de que los represores sólo respondieron las preguntas relativas a sus datos personales, sí se leyeron sus declaraciones anteriores –casi íntegras– por pedido de la abogada Blanco.
En los testimonios leídos ante el Tribunal se repitieron frases como: “Nunca estuve en un centro de detención” o “No me suena ninguno de los apodos anteriormente mencionados”.
El Tribunal dijo que iba a tener en cuenta lo requerido por la abogada Elea Peliche, quien pidió una ampliación de la acusación para que los imputados sean juzgados por privación ilegítima de la libertad y tormentos pero además por homicidio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario