jueves, 25 de octubre de 2012

Los ción de las primeras partes


Uno nunca sabe cuándo va a volver a pasar.
Pero qué lindo es sentir la emoción de un primer beso.
La excitación de las primeras caricias.
La sensación de estar enamorados.
La conexión única que se da con la otra persona.
La alteración física que viene con todo eso.
Como en las películas, casi siempre, las primeras partes son las mejores.

viernes, 21 de septiembre de 2012

DYLAN


How does it feel
To be on your own
With no direction home
Like a complete unknown
Like a rolling stone
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domingo, 7 de agosto de 2011

Kusama y el infinito

Hasta el 12 de septiembre de 2011 se puede ver en el museo Reina Sofía de Madrid la obra de la artista japonesa Yayoi Kusama. Los que estén por esos pagos no pueden perderse de ver esta exposición -co-organizada con el museo Tate de Londres por tratarse de una artista contemporánea- y los que no deberían aunque sea en algún ratito de sus vidas buscar qué hace esta mujer mágica y loca. Y digo loca sin intención de provocar la más mínima ofensa, a veces el arte y la locura son inseparables, pero esta japonesa realmente tiene antecedentes de vulnerabilidad psicológica.

Decidió internarse voluntariamente en 1977 en un hospital que aún hoy es su residencia y en el que ha desarrollado –paralelamente a su labor artística- una carrera literaria. Esta situación no le impidió seguir creando ya que la muestra en el Reina Sofía contiene trabajos especialmente pensados para ella.
La obra de Kusama incluye pintura, escultura, dibujo y collage, además de las instalaciones inmersivas por las que es bien conocida.
Sus pinturas evocan a fenómenos naturales que remiten a un origen lejano, y muestran una conexión con la búsqueda del infinito que también se ve en los espacios que la artista crea y en los que se puede interactuar. Las Infinity Net Paintings (cuadros de redes infinitas, 1957), con las que logró popularidad en los inicios de su carrera, muestran una idea que se volverá a repetir en obras posteriores. Como en sus esculturas acumulativas en las que incluía objetos cotidianos cubiertos por una multiplicación de formas repetidas. En los primeros ejemplos -que se pueden ver en la muestra- Kusama recubre muebles, ropa y accesorios con falos de tela rellenos y cosidos. Estas esculturas acumulativas se exhibieron por primera vez en 1962, en Nueva York, en una muestra colectiva en la que compartió espacio con artistas de la talla de Andy Warhol.
Con la influencia de la cultura hippie, a mediados de los sesenta, la artista japonesa comenzó a vivir un momento de experimentación y montaba eventos en los que la participación del público era fundamental.
En 1965 usó por primera vez los espejos en su obra “Habitación de espejo infinito: campo de falos”, y desde entonces es un elemento que ha utilizado en su arte. Para la exposición del Reina Sofía, puntualmente, elaboró una nueva “Infinity Mirror room” en la que el espectador pasa como por un espacio luminoso, cambiante y eterno a la vez, dada la ilusión creada por los espejos y la oscuridad sólo sofocada por las pequeñas válvulas de colores que van encendiéndose, cambiando de color y, otra vez, apagándose.

El deseo fantástico de ser hippie

No se sabe si lo que más molesta es volver a los horarios, las obligaciones… la rutina, o saber que se puede vivir de otra manera pero uno no lo intenta. O no se anima. O lo ve como un proyecto del que pocos son capaces de emprender por no tener las ataduras que lentamente impone (?) el capitalismo que requiere que trabajes, consumas, pienses a futuro y tengas un plan. La otra opción la vemos sólo en aventureros encontrados en el camino o peregrinos despreocupados por el porvenir, la observamos disimuladamente en los viajes.
Uno entra en una burbuja en la que cree que todo es posible: recorrer, descubrir, aprender, recordar, disfrutar, fantasear con convertirse en un pintor de paisajes en Montmartre, plantearse seriamente estudiar historia del arte para poder comprender bien toda la belleza que va conociendo, proponerse hacer un curso de cocina sólo como excusa para poder volver a la ciudad soñada. Son algunos de los pensamientos que uno tiene mientras está en ese estado ideal y de sensación de libertad que sólo se logra cuando se viaja.
El problema es que cuando uno vuelve todo sigue igual, aunque sea linda... la rutina, la familia, los amigos, la vida, no hay como tener esa primera emoción, ese ver algo maravilloso, ese descubrir que te llena un poquito el alma, ese momento.
Ahí es cuando uno se pregunta si algún día podrá ser lo que siempre imaginó secretamente: un hippie sin destino viviendo el presente. Y nada más.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Superar la fragmentación

Página 12
Para Manuel Barrientos los trabajadores de la comunicación tienen una responsabilidad muy importante y una tarea insustituible en la puesta en marcha de estrategias que permitan superar la fragmentación social que enfrenta la mayoría de los países de la región.

Por Manuel Barrientos *

La realidad latinoamericana brinda un panorama impensado una década atrás. Tras el largo ciclo de luchas y resistencias de los movimientos populares a la oleada neoliberal y la posterior instalación de gobiernos de centroizquierda en la mayoría de los países de la región, el lugar de la política como el espacio privilegiado de articulación de los intereses colectivos para la transformación social hoy vuelve a estar en el centro del espacio público.

Los gobiernos surgidos en los últimos años han logrado avances en la lucha por equilibrar la relación entre poder y política, entre corporaciones y Estado, que se había desbalanceado en los años ’90. Los movimientos y las organizaciones sociales hoy se encuentran frente a los múltiples desafíos que genera esta modificación en el escenario político de la región.


Más allá de la reivindicación conjunta de ciertos derechos y la movilización masiva en apoyo de determinadas políticas públicas, queda claro que aún no se ha logrado construir un espacio de trabajo efectivo que reúna y dote de un sentido de pertenencia colectiva a estas múltiples organizaciones dispersas en el territorio. Y estos modos de participación social se revelan, muchas veces, como realidades segmentadas e incomunicadas entre sí. Muchas veces, organizaciones o cooperativas que se enfrentan a un problema determinado desconocen el camino recorrido y las soluciones operadas por instituciones similares que se encuentran a pocos kilómetros de distancia.

Las explicaciones posibles a las dificultades para estructurar mecanismos de trabajo en red son muchas y palpables, desde los obstáculos temporales por la gran demanda de horas que requiere el trabajo diario en la trinchera hasta la estructuración de las organizaciones de forma radial en relación a los distintos niveles estatales. Pesan, también, elementos más intangibles como la apuesta por no arriesgar egolatrías bien conservadas o el temor a exponer el prestigio ganado en la tarea cotidiana frente al tumultuoso mundo de la política macro.

El problema es que si cada institución o movimiento circunscribe su juego a una lógica territorial acotada se genera un aislamiento que termina privando a las propias organizaciones de una capacidad de incidencia mayor sobre la marcha de las políticas públicas.

Los trabajadores de la comunicación (es decir, quienes buscan generar herramientas para “establecer una comunidad con alguien”) tienen un rol central en la puesta en marcha de estrategias que permitan superar este carácter muchas veces fragmentario y disperso de las acciones instrumentadas por las organizaciones populares.

Muchas veces ciertas discrepancias coyunturales o metodológicas se magnifican y se convierten en “diferencias morales o ideológicas insalvables”. Los comunicadores deben contribuir a que se identifique a las demás organizaciones como parte de un mismo campo popular, identificando las historias de lucha compartida.

Por otro lado, se vuelve urgente la necesidad de que las organizaciones se brinden a sí mismas estructuras flexibles pero permanentes de trabajo conjunto, sin establecer relaciones asimétricas ni burocráticas y a la vez resguardando la identidad particular de cada agrupación. Es decir, generar espacios de encuentro, intercambio, reflexión e investigación que permitan poner en marcha potenciales acciones conjuntas entre las distintas organizaciones.

Los enormes desafíos pendientes en Latinoamérica y el reagrupamiento de las fuerzas de orientación reaccionaria y neoliberal (como evidencian el golpe en Honduras, el intento de desestabilización en Ecuador y la arremetida de las grandes corporaciones en toda la región) obligan a los gobiernos progresistas y a los propios movimientos sociales a instrumentar y consolidar herramientas de participación popular, que son en definitiva la herramienta esencial para la continuidad y la necesaria profundización de las transformaciones iniciadas en las políticas públicas en los últimos años. Las recientes movilizaciones masivas y ciertos fenómenos suscitados en las redes digitales muestran un crecimiento de la necesidad de la sociedad civil por participar en la esfera pública y abren una oportunidad histórica.

* Licenciado en Comunicación UBA.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Más políticas habitacionales transitorias, menos definitivas

Sin intención de quitarles culpas a los gobiernos nacionales que precedieron ni al que actualmente está al poder, dejo el link de un libro en el que se entiende perfecto por qué ocurrió la ocupación del Parque Indoamericano. El capítulo de vivienda describe el rumbo de las políticas habitacionales llevadas a cabo por el Gobierno de la Ciudad en los últimos años.
http://asesoria.jusbaires.gob.ar/sites/default/files/De incapaces a sujetos de derechos N_3. Politicas_publicas.pdf

domingo, 29 de agosto de 2010

ENTREVISTA CON EL FILOSOFO Y POLITOLOGO ERNESTO LACLAU (Página 12)

“Si prevalecen los monopolios,la guerra está perdida”

De visita en Argentina, Laclau se refirió al asunto de Papel Prensa. También elogió el rumbo del Gobierno y analizó el escenario que se plantea para las próximas elecciones presidenciales. Además, habló de la situación actual de América latina.

Por Federico Poore

Ernesto Laclau está cansado. Su última semana en San Juan estuvo repartida entre conferencias, reconocimientos y cenas en su honor bien lejos de Londres, donde vive. Por eso, antes de comenzar la entrevista, el autor de La razón populista se desploma en uno de los sillones del lobby del Hotel Provincial. Luego, sí, elogia el rumbo del gobierno de Cristina Fernández, compara el armado del kirchnerismo con el PT de Lula y dice que el modelo argentino es superior al de las “socialdemocracias” de Uruguay y Chile. Se anima, incluso, a hablar de Papel Prensa. “Si prevalecen situaciones monopólicas o conservadoras, la guerra está perdida”, asegura.

–Usted sostuvo que el modelo económico argentino “rompía con el neoliberalismo de los noventa”. ¿Dónde observa estas rupturas?

–En primer lugar, si no hubiese estado este gobierno, con su capacidad de resistencia a los dictados del FMI, estaríamos en pleno ajuste. Gracias a que no lo hubo, el país se ha recuperado rápidamente y la crisis internacional no ha llegado a golpear demasiado. La semana pasada apareció en The Economist un artículo sobre la estrategia económica de Cristina (Kirchner). Ellos reconocen que los índices económicos van muy bien, pero dicen que no es debido a la política económica del Gobierno, sino que sostienen que lo que han tenido los Kirchner es mucha suerte. Esto me hizo acordar a una historia de Napoleón contra los generales austríacos. Los austríacos llevaban a cabo una guerra con ejércitos aristocráticos, con todas las reglas científicas de la forma de combate del siglo XVIII. Luego llegaba Napoleón con sus ejércitos populares, destrozaba las líneas austríacas y ganaba la batalla. Y los generales austríacos decían: “Gana, pero no es científico” (risas).

–¿Cómo describiría el escenario político para las próximas elecciones?

–Hace un año había predicho que si la oposición tuviera un mínimo de sentido común, iría por una fórmula Alfonsín-Binner. Ahora parece que están avanzando en esa dirección. El problema de la oposición es no poder presentar un frente unificado en primera vuelta. Los radicales van a seguir con su alianza con el socialismo, pero el Peronismo Federal no se va a quedar atrás. Va a tener que elegir un candidato y ahí es una bolsa de gatos total. Además, Pino Solanas se va a presentar sí o sí. Entonces con por lo menos tres fuerzas opositoras, la posibilidad de que Kirchner obtenga el 40,1 por ciento de los votos en la primera vuelta y que tenga una distancia de más de diez puntos del candidato que lo siga son bastantes altas. En resumen, tal como va la cosa hasta ahora creo que las chances del kirchnerismo son considerablemente mejores que hace un año.

–Hay quienes sostienen que la postulación presidencial de Solanas podría restarle votos a Néstor Kirchner. ¿Esto es así?

–No, definitivamente no es el mismo electorado. Además, la suya es una política tan zigzagueante y tan oportunista, que la misma gente que lo votó ha tenido un gran desencanto con Pino Solanas.

–¿Hay lugar para algo que esté a la izquierda del kirchnerismo?

–Sí: Martín Sabbatella. Hoy puede ser un polo de construcción para fuerzas de centroizquierda que entren en una alianza para la presidencia, y ser una transversalidad más real que la del pasado.


–¿A qué se refiere al plantear que el kirchnerismo es un significante abierto?

–Es un significante abierto en el sentido de que todo lo que empezó a surgir en el 2003 recién comienza a tomar una cierta imagen. En el 2003 era poca cosa: Kirchner salió elegido candidato por uno de esos movimientos internos casi incomprensibles del peronismo y empezó a fijarse en el imaginario colectivo con una cierta idea de unidad o de acuerdo, dado que tiene que representar un arco bastante amplio de fuerzas. Afortunadamente, su núcleo político es lo suficientemente razonado como para no hacer la ingenuidad de lanzarse a conducir un partido exclusivamente ideológico. La incorporación de las distintas fuerzas que se unieron bajo la denominación de “kirchnerismo” es la misma política que ha hecho Lula en Brasil. El Partido de los Trabajadores es ideológicamente muy limitado, pero cuando llegó al Gobierno tuvo que generar una política basada en la transversalidad con grupos de centroizquierda. Las alianzas son otras, y no necesariamente tienen que competir entre ellas. Además, tienen una excelente presidenta del Banco Central, que esperemos que pueda seguir, y un papel político perfectamente claro.
–¿Por qué dice que la división entre Estado y sociedad civil se está borrando?

–Porque hubo una politización de una cantidad de sectores de la sociedad civil. Hace cuarenta años, si uno pensaba cuáles sectores de la sociedad estaban politizados, tenía que decir: los sindicatos. Pero hoy, junto con los sindicatos hay otro tipo de organizaciones. Después de 2001 empezaron las fábricas recuperadas, los piqueteros, movilizaciones en la sociedad que necesariamente conducen a la ampliación del espectro democrático. Estas organizaciones son cuasiestatales: participan activamente de la esfera política, varían en el tiempo y empujan cada vez más límites. El kirchnerismo se ha favorecido por el desarrollo de esos movimientos.
–Chantal Mouffe sostiene que todo Gobierno construye un “nosotros” y un “ellos”. Usted sostuvo que, en un principio, el kirchnerismo construyó el “ellos” en el menemismo. ¿Cuál sería el actual?
–El poder financiero de las corporaciones, claramente.

–¿Y el caso de los medios de comunicación?
–Los medios están organizados monopólicamente, de forma muy poco democrática. El asunto de Papel Prensa es claro en ese sentido, es un monopolio que a partir de ahora no va a existir. El Congreso podrá imponer algunos obstáculos pero el tema ya quedó planteado. Es un momento de apertura. Me parece que la batalla política tiene que darse en base a una relación distinta respecto a los medios, y si prevalecen situaciones monopólicas o conservadoras, la guerra está perdida. Necesitamos que haya más Canal 7 y más Página/12.

–Hace un tiempo planteó que el kirchnerismo había encarado una reforma del Estado a partir del avance sobre ciertos aspectos de poder, como el reemplazo de la cúpula militar y la reforma de la Corte Suprema.

¿Cuáles serían los próximos pasos?
–Los pasos ya están dados. El Gobierno ha sancionado la ley de medios y avanzado con la reforma del sistema jubilatorio, eliminando una de las peores formas que prevalecían de los ’90. También ha implementado la asignación universal por hijo, que todavía es poco pero que es un paso importante. El nivel de pobreza del país claramente está bajando.