jueves, 22 de julio de 2010

La cocina y yo

Cocinar me hace bien. A veces no tengo ganas, a veces no tengo tiempo, pero lo cierto es que cuando cocino es el único momento en que no pienso en otra cosa más que en que me salga rico. Y frente a esa consigna me pongo muy poca presión. Tengo mala memoria y por eso me gusta la cocina. Sí, es cierto que siempre es útil seguir la receta de algún libro o escrito de antaño, pero también se puede cocinar sin seguir pasos, se puede improvisar. Creo que es eso lo que me gusta, soy como una “intuitiva” de la cocina. Cuando voy a hacer un plato que ya hice, nunca recuerdo cómo lo hice y eso me lleva a poder ser desordenada en mi propio método y que no haya consecuencia alguna. Porque después todo se mezcla, y no sé cómo pero sucede el milagro: queda rico.
Tenía ganas de hacer un curso para mejorar y conocer nuevas combinaciones, sabores, pero tengo miedo de que la técnica haga de esto que tanto disfruto otra obligación más. Me parece que mejor sigo improvisando.

lunes, 19 de julio de 2010

Mi preferida

Cuando vi por primera vez la película lloré mucho. Ahora ya no lo hago tanto porque la volví a ver muchas veces. Creo que tiene un poco de todo: acción, drama, comedia… Y en esto colabora mucho el guión. El que lo escribió es Charlie Kaufman, el mismo que escribió Eterno resplandor de una mente sin recuerdos (capítulo aparte). Pero esta película fue la primera que vi de su autoría y es la que elijo como mi preferida. Se llama El ladrón de orquídeas (Adaptation es su título en inglés y el nombre original del libro), y salió en 2002 con dirección de Spike Jonze.
Luego de hacer ¿Quieres ser John Malkovich?, a Kaufman le encargan adaptar el libro de Susan Orlean. No le sale, no puede, no tiene más inspiración y en ese proceso de desvalorización que sufre de sí mismo, luego de haber ganado un oscar por su película anterior, comienza a escribir y se describe a él mismo con esa imposibilidad. Para ello, inventa a un hermano gemelo también guionista, Donald, totalmente opuesto en personalidad que lo ayudará a comprender muchas cosas pese a la poca estima que Charlie le demuestra -durante gran parte de la película- por recurrir a trucos o fórmulas establecidas de escritura y otras peripecias que un guionista serio no se puede permitir. Nicolas Cage interpreta a estos dos hermanos, y creo que son los mejores papeles que hizo en su vida. Uno introvertido, tosco, inseguro, panzón, pelado, pero un genio de la escritura: Charlie; el otro casi igual fisicamente pero con mucha confianza personal: Donald. Meryl Streep interpreta a la autora del libro que Charlie debe adaptar y que escribió gracias a que conoció a un fanático de las plantas, John Laroche (interpretado por Chris Cooper). El fanatismo, la pasión que sentía Laroche por las plantas es justamente el puntapié del libro.
-"¿Sabés por qué me gustan las plantas? Porque son mutables. La adaptación es un proceso profundo, significa que te las ingenias para prosperar en el mundo."
-"Pero es más fácil para las plantas, sólo pasan a lo que sigue. No tienen memoria. Pero para una persona adaptarse es casi vergonzoso, es como huir.”


viernes, 16 de julio de 2010

Sorpresa

Es lo que me causó ver que finalmente la ley de la igualdad fue aprobada. Me alegró el día, me hizo pensar que sí, somos el primer país de América Latina que legalizó el matrimonio entre parejas del mismo sexo. Claro que no fue por unanimidad, lo dicen los 27 votos en contra que recibió el proyecto. Pero hay 33 que dijeron que sí; y con eso, al menos por ahora, fue suficiente para que saliera esta ley tan esperada no sólo por una minoría -como se dice por ahí- sino por muchas personas que creemos que es justo que todos tengamos los mismos derechos y que esos derechos sean evaluados desde el derecho.

¿Por qué creí que no iba a salir? Por declaraciones como las de la senadora Hilda “Chiche” Duhalde, quien aseguró que el tratamiento del tema "no era urgente". Claro está que no era urgente ni para ella ni para otros tantos que aportaron el mismo argumento. También está claro que, por ser heterosexuales, ya tenían los derechos que se reclamaban con esta ley. ¿Para qué votar a favor, no?

jueves, 15 de julio de 2010

La genialidad de Dolina sigue intacta

Sobre un comentario acerca de la falta de pluralidad del programa televisivo 678 de una pseudo-periodista, Dolina reflexionó y dijo que el problema era que esta mujer no entendía el concepto de pluralidad. "¿Cómo va a haber pluralidad en una singularidad?", cuestionó. Y preguntó cómo sería, según ella, un programa plural: "¿La primera media hora tendría que ser librecambista, la segunda media hora proteccionista? Y así sucesivamente...". La respuesta, siguió Dolina, es una ley de medios que permita que haya muchas singularidades de todo tipo, es decir, otros programas como 678 y otros que sean diferentes para que finalmente exista la pluralidad.